miércoles, 25 de octubre de 2017

CLOSE UP (de cerca)


A la gente le gusta ver de cerca las obras de los pintores, acercarse a pocos centímetros del cuadro para ver el rastro del pincel, los grumos de pintura, el fondo del soporte que ha empleado el pintor. Son curiosidades que nada tiene que ver con la calidad del cuadro, pero la gente siente así, que está más dentro del cuadro, más cerca del artista.

Aquí os muestro algunos detalles de mis cuadros.  






martes, 10 de octubre de 2017

MACETAS


"macetas"
óleo sobre lienzo, 40x100 cm.

Recién terminado, todavía fresco y habrá que esperar unos meses
para barnizarlo como es debido.

(detalle)

(detalle)



viernes, 29 de septiembre de 2017

RÍO SEGURA


"paraje del río muerto"
óleo sobre tabla, 60x81 cm.

Hace años estuve paseando por el río Segura, por el paraje que llaman del río muerto, una zona del río donde las aguas remansan la corriente. En el año 2002 pinté este cuadro, fruto de aquel paseo, y ahora en el 2017 lo he retocado, he eliminado unos árboles que no le aportaban nada interesante al cuadro y he modificado el cielo, dándole más protagonismo.

martes, 26 de septiembre de 2017

PUERTA DE ALMODÓVAR (CÓRDOBA)


"Puerta de Almodóvar" 
acuarela sobre papel, 28x76 cm.

domingo, 24 de septiembre de 2017

DOS DE MAYO, DE GOYA



Cuando yo nací, Franco llevaba 23 años mandando en España, y todavía le quedaban 16 años más en el poder. En 1970, yo tenía once años, mi madre me apuntó a la Academia Municipal de Arte de Cieza, donde el maestro Juan Solano enseñaba dibujo y pintura a sus alumnos. Allí fue donde aprendí a dibujar y a pintar.
Las clases consistían en dibujar con carboncillo figuras de escayola como la boca, la nariz, las manos, los pies, etc. todo de forma naturalista. Una vez superada esta etapa, pasábamos a dibujar el rostro completo de Séneca, Beethoven, etc. para finalizar dibujábamos el cuerpo humano completo, a tamaño natural, como la Venus de Milo, el Discóbolo de Mirón, etc.
Pero la etapa más interesante de aquella formación artística, era por supuesto, cuando el maestro Juan Solano nos dejaba ya empezar a pintar con óleo. El maestro nos dejaba una lámina con un paisaje absolutamente convencional y nosotros teníamos que copiar el cuadro exactamente igual. Así un cuadro detrás de otro, hasta que una vez habíamos aprendido a copiar el modelo propuesto por él, nos dejaba elegir nuestro propio modelo.
Yo, muy osado, o totalmente inconsciente, aparecí un día por la academia con la foto recortada de una revista del cuadro “dos de mayo” de Goya. Cuando el maestro vio el modelo que tenía preparado para copiar, me preguntó: Ato, ¿vas a pintar ese cuadro? Sí, le dije lleno de satisfacción. Entonces el maestro cogió la foto del cuadro de Goya y me dijo señalando la grupa del caballo que había en primer plano del cuadro: mira, aquí hay cien colores que tú no ves, un montón de veladuras que tú no entiendes todavía. Coge otro paisaje –me dijo con cariño- y cópialo como vienes haciendo hasta ahora, ya tendrás tiempo de copiar estos cuadros del Museo del Prado.


Ya han pasado casi cincuenta años de aquellas sabias palabras cargadas de razón. Y aún sigo pintando, y acordándome con cariño de aquella feliz etapa de mi infancia.